En cuanto al material lítico, aparecen sobre todo núcleos, lascas, alguna lámina, un fragmento de hacha pulimentada y dos fragmentos de punta de flecha, aunque. El sílex es abundante en la zona pero de poca calidad, con presencia de restos de yeso cristalizado. Los restos óseos hallados en los depósitos o basureros nos indican una dieta variada, y una primera identificación de los fragmentos parece indicar el consumo de ovicápridos y animales de pequeño tamaño. Además, de las estructuras y materiales prehistóricos, también aparecen estructuras de época hispanorromana, concentrados en el extremo este del yacimiento con cuatro estructuras significativas (Q, R, T y S). La estructura S constituye un suelo de arcilla/adobe apisonado y quemado, alrededor del cual apareció un grupo de tejas con decoración ondulada, propiamente hipanorromana. Junto a esta estructura también aparecieron tres depósitos con material cerámico hispanorromano y restos de placas y puntas de hierro. En una de estas estructuras se hallaron los restos óseos de un individuo adulto, depositado sobre unas lajas de piedra granítica y cubierto con otras tantas lajas y piedras sin posición concreta. Por encima de estas lajas se rellenó la fosa con tierra y restos de material entre los que se encontraron láminas de hierro y material cerámico de cronología hispanorromana y prehistórica. Los fragmentos cerámicos hispanorromanos suelen ser de tipo común, de pastas finas con desgrasantes finos-medios y superficies alisadas, siendo las cocciones preferentemente oxidantes y las formas se corresponden con contenedores, jarras y algunos restos de ollas y recipientes para cocina. También han aparecido materiales pintados y fragmentos de terra sigillata hispánica. Los restos de hierro hallados son sobre todo placas, puntas y algún fragmento indeterminado. En cuanto a los restos óseos, además del individuo humano que atribuimos a esta época, aparecen fragmentos óseos de fauna. También en esta zona del yacimiento, aparecen de forma superficial restos de material cerámico vidriado, propio de la época medieval (tal vez, altomedieval) y fragmentos de loza, seguramente procedente de arrastres y depósitos de época moderna y contemporánea.
De esta forma, podemos concluir que se trata de un lugar de ocupación reutilizado en las distintas épocas mencionadas, para el aprovechamiento de los recursos naturales. Los escasos restos de época romana y medieval encontrados, frente a los restos calcolíticos nos indican que en época prehistórica el asentamiento tuvo que tener continuidad en el tiempo a pesar de la poca estabilidad de las poblaciones a lo largo del valle medio del Tajo. La planta completa del asentamiento no puede ser valorada en su totalidad debido a las características del área excavada, impuesta por el trazado del la conducción de agua a instalar, sin poder apreciar por el momento la existencia de sistemas de delimitación, como zanjas. En cuanto a los restos hispanorromanos, parece tratarse de un asentamiento ocasional, ya que existen vestigios con más entidad en la zona como es el caso del yacimiento arqueológico de Santa María, además de otros asentamientos identificados en las prospecciones que revelan zonas de habitabilidad más estables con estructuras de habitación y restos de alfares.
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